“Mientras en Europa se instalaba el mito de un Estado bonachón y omnipresente, mito que no sólo alcanzó a los partidos colectivistas de izquierdas sino en gran medida a los democristianos, conservadores y por desgracia a algunos liberales, en Norteamérica hubo en la segunda mitad del siglo XX pensadores de la talla de Ayn Rand, Murray Rothbard y los economistas de la Escuela Austriaca discípulos de Hayek. Muchos aportes de esas corrientes de pensamiento son esenciales hoy para plantearse un liberalismo renovado y acorde con nuestra época. Y en las cuestiones de derechos y libertades, el radicalismo italiano también ha incorporado posiciones novedosas frente al encorsetado establishment de los partidos colectivistas de izquierdas y de derechas. Por lo tanto, aspiramos a ofrecer a la sociedad un liberalismo que profundice en sus principios básicos y defienda al individuo frente al Estado y frente a las imposiciones grupales de todo tipo, tanto en las cuestiones económicas como en las morales”.
Juan Pina entrevisto por el Semanario Atlántico