El horrible error de Robert Green, portero de la selección inglesa, resultó lo más clamoroso de una jornada en la que los surcoreanos pasaron por encima de una Grecia devaluada (2-0), y Argentina alcanzó a derrotar por la mínima a Nigeria (1-0), con cabezazo del ex defensa madridista Heinze.
Tras la fina maniobra del 1-0, firmada por el centrocampista Steven Gerrard, los ingleses debieron conformarse con el empate ante Estados Unidos, víctimas, según acusó el propio Gerrard, del nuevo balón de la FIFA.
Una vez más, la polémica sobre la pertinencia del dichoso balón abarrota las agencias de prensa, de la mano del desafortunado Robert Green: