Tres de los grandes salieron ilesos (Alemania, Holanda e Italia) entre domingo y lunes, con destaque para la goleada de los germanos contra Australia. Los tulipanes se impusieron a Dinamarca (2-0) sin mayores contratiempos y en ausencia de Robben, pero sin mostrar la estética y movilidad que le son consustanciales. Italia sudó frío para empatar con Paraguay (1-1), aunque su violento asalto a la portería sudamericana en la última media hora de partido certificó lo que casi todo el mundo sabe: los italianos pueden morirse muchas veces, pero siempre resucitan al final del cuento.
En cualquier caso, Alemania fue una aplanadora sobre los australianos (4-0), en uno de los partidos más desequilibrados en lo que va de Mundial: