El escritor y periodista Armando de Armas ha tenido la gentileza de entrevistarnos a propósito de la aparición de Erótica. La novela ya está a la venta en la librería Universal (3090 SW, 8 Street, Miami), además de virtualmente. Para leer la entrevista completa, pinche en Martí Noticias.
Armando de Armas. -¿Qué es Thamacun?
Armando Añel. - Un islote al norte de Cuba, fundado por piratas, colonizado por los ingleses e invadido y arrasado por el castrismo en 1960. A Thamacun habían emigrado miles de cubanos en las décadas anteriores al Segundo Éxodo, prófugos de la prepotencia, el patrioterismo y la intolerancia. Thamacun es el territorio físico que deviene territorio virtual y, sobre todo, territorio espiritual, donde la libertad es celosamente custodiada a través de la diversión, de la desmitificación creativa. En Internet, Thamacun es Erótica, Cumberland, La Playa.
¿Cómo se le ocurrió la idea de exiliar a Camilo Cienfuegos en Thamacun?
Camilo, dicen algunos, era un tipo simpático a quien los hermanos Castro observaban con cierta envidiosa preocupación. También se dice que su desaparición fue en realidad planeada y ejecutada por los actuales gobernantes cubanos. Probablemente, de seguir vivo hubiera terminado convirtiéndose en otro gris funcionario del castrismo, como su hermano Osmany, pero se me ocurrió explotar el ángulo romántico del personaje. Su imagen sonriente y desalmidonada, o al menos la imagen que nos vende la leyenda –una imagen que parece exudar felicidad, o invocarla—, tiene mucho que ver con el carácter thamacunés recreado en Erótica.
Idamanda, ¿qué representa el personaje de Idamanda?
Idamanda es el personaje central de la novela, inspirado en mi esposa. Representa la rebeldía de la imaginación, la honestidad, la entrega, la ambición creativa, el placer de vivir. Un día, frente al Morro habanero, decide que no visitará más Cuba –ella es una cubana residente en Chicago—, que dedicará su tiempo libre a expandir y defender el Hecho Thamacun en Internet. En este sentido, Idamanda representa también una liberación, la libertad, el rompimiento con un pasado opresivo.
¿Qué importancia otorga al juego en su escritura?
El juego es fundamental, en este libro sobre todo. Idamanda, por ejemplo, no defiende Cumberland padeciendo o desde la crispación, sino jugando, recreándose, divirtiéndose. Y no se trata de que nada sea importante, sino de que es importante que no nos creamos demasiado importantes, que no nos tomemos excesivamente en serio. Se trata de desmitificar y desmitificarnos a nosotros mismos, de ahí que, precisamente, proliferaran en el islote los llamados “próceres de la desmitificación”. Como se dice en un momento de la novela, hay un axioma nietzscheniano ya asumido desde el siglo XVIII en Thamacun: “La madurez del hombre consiste en reconquistar la seriedad con la que jugaba cuando era niño”.
¿Cómo se relacionan Internet y libertad?
Internet es un instrumento al servicio de la libertad, que cada día que pasa expande más los cauces de la libertad. El llamado “periodismo ciudadano” de los blogs, por ejemplo, ha puesto entre la espada y la pared a la censura, y a mucha gente a correr. A estas alturas me atrevería a afirmar que Internet es sinónimo de libertad, y viceversa.
¿Cómo se relacionan libertad y literatura?
Por poner un ejemplo entre muchos: está claro que sin la libertad de movimiento de que he gozado tras salir de Cuba, y que me ha permitido conocer una docena de países (viajar en democracia no es un privilegio de ricos), hubiese sido más complicado recrear un mundo como el thamacunés. Thamacun es eso también, globalización, diversidad, todos los mundos en uno.
¿Por qué cerró su muy leído y prestigioso blog Cuba Inglesa?
En realidad no lo cerré –soy el único culpable, con mis prisas, del malentendido—, sino que lo congelé, para decirlo de algún modo. Tenía –tengo— exceso de trabajo y creí que Cuba Inglesa había cumplido su ciclo. Pero parece que me equivoqué. El hecho es que el blog ya está de nuevo en funciones, aunque no ha recuperado el ritmo de posteo anterior, ni creo lo recupere en mucho tiempo debido, como te apuntaba, a compromisos laborales.
¿Literariamente, en qué trabaja ahora?
Básicamente, en una especie de segunda parte de Erótica, o en una ampliación de la primera, no lo tengo todavía claro. Porque Erótica es la clase de literatura que uno hace impulsado por el deleite más que por una intención determinada o un plan preestablecido, y en ese sentido no sé exactamente dónde y cómo terminarán los nuevos capítulos que están saliendo.
Antes de terminar, quiero agradecerte a ti y a todos los que han contribuido o reseñado de un modo u otro la novela, por la generosa crítica y el abundante respaldo. Realmente, ha sido muy estimulante.
Armando de Armas. -¿Qué es Thamacun?
Armando Añel. - Un islote al norte de Cuba, fundado por piratas, colonizado por los ingleses e invadido y arrasado por el castrismo en 1960. A Thamacun habían emigrado miles de cubanos en las décadas anteriores al Segundo Éxodo, prófugos de la prepotencia, el patrioterismo y la intolerancia. Thamacun es el territorio físico que deviene territorio virtual y, sobre todo, territorio espiritual, donde la libertad es celosamente custodiada a través de la diversión, de la desmitificación creativa. En Internet, Thamacun es Erótica, Cumberland, La Playa.
¿Cómo se le ocurrió la idea de exiliar a Camilo Cienfuegos en Thamacun?
Camilo, dicen algunos, era un tipo simpático a quien los hermanos Castro observaban con cierta envidiosa preocupación. También se dice que su desaparición fue en realidad planeada y ejecutada por los actuales gobernantes cubanos. Probablemente, de seguir vivo hubiera terminado convirtiéndose en otro gris funcionario del castrismo, como su hermano Osmany, pero se me ocurrió explotar el ángulo romántico del personaje. Su imagen sonriente y desalmidonada, o al menos la imagen que nos vende la leyenda –una imagen que parece exudar felicidad, o invocarla—, tiene mucho que ver con el carácter thamacunés recreado en Erótica.
Idamanda, ¿qué representa el personaje de Idamanda?
Idamanda es el personaje central de la novela, inspirado en mi esposa. Representa la rebeldía de la imaginación, la honestidad, la entrega, la ambición creativa, el placer de vivir. Un día, frente al Morro habanero, decide que no visitará más Cuba –ella es una cubana residente en Chicago—, que dedicará su tiempo libre a expandir y defender el Hecho Thamacun en Internet. En este sentido, Idamanda representa también una liberación, la libertad, el rompimiento con un pasado opresivo.
¿Qué importancia otorga al juego en su escritura?
El juego es fundamental, en este libro sobre todo. Idamanda, por ejemplo, no defiende Cumberland padeciendo o desde la crispación, sino jugando, recreándose, divirtiéndose. Y no se trata de que nada sea importante, sino de que es importante que no nos creamos demasiado importantes, que no nos tomemos excesivamente en serio. Se trata de desmitificar y desmitificarnos a nosotros mismos, de ahí que, precisamente, proliferaran en el islote los llamados “próceres de la desmitificación”. Como se dice en un momento de la novela, hay un axioma nietzscheniano ya asumido desde el siglo XVIII en Thamacun: “La madurez del hombre consiste en reconquistar la seriedad con la que jugaba cuando era niño”.
¿Cómo se relacionan Internet y libertad?
Internet es un instrumento al servicio de la libertad, que cada día que pasa expande más los cauces de la libertad. El llamado “periodismo ciudadano” de los blogs, por ejemplo, ha puesto entre la espada y la pared a la censura, y a mucha gente a correr. A estas alturas me atrevería a afirmar que Internet es sinónimo de libertad, y viceversa.
¿Cómo se relacionan libertad y literatura?
Por poner un ejemplo entre muchos: está claro que sin la libertad de movimiento de que he gozado tras salir de Cuba, y que me ha permitido conocer una docena de países (viajar en democracia no es un privilegio de ricos), hubiese sido más complicado recrear un mundo como el thamacunés. Thamacun es eso también, globalización, diversidad, todos los mundos en uno.
¿Por qué cerró su muy leído y prestigioso blog Cuba Inglesa?
En realidad no lo cerré –soy el único culpable, con mis prisas, del malentendido—, sino que lo congelé, para decirlo de algún modo. Tenía –tengo— exceso de trabajo y creí que Cuba Inglesa había cumplido su ciclo. Pero parece que me equivoqué. El hecho es que el blog ya está de nuevo en funciones, aunque no ha recuperado el ritmo de posteo anterior, ni creo lo recupere en mucho tiempo debido, como te apuntaba, a compromisos laborales.
¿Literariamente, en qué trabaja ahora?
Básicamente, en una especie de segunda parte de Erótica, o en una ampliación de la primera, no lo tengo todavía claro. Porque Erótica es la clase de literatura que uno hace impulsado por el deleite más que por una intención determinada o un plan preestablecido, y en ese sentido no sé exactamente dónde y cómo terminarán los nuevos capítulos que están saliendo.
Antes de terminar, quiero agradecerte a ti y a todos los que han contribuido o reseñado de un modo u otro la novela, por la generosa crítica y el abundante respaldo. Realmente, ha sido muy estimulante.