Leonard Weinglass, uno de los abogados de Gerardo Hernández, espía de la Red Avispa condenado en Estados Unidos, supuestamente lo visitó en prisión este fin de semana, junto a su compañero el abogado Peter Schey. Esto según la web oficialista Cuba Debate: “El martes, él describió a Gloria La Riva, del Comité Nacional para la Liberación de los Cinco, las abismales y crueles condiciones donde colocaron a Gerardo”. Entre estas supuestamente crueles condiciones descubrimos, asombrados, que el espía disponía de ducha con agua caliente.
Se suponía que Hernández se encontraba el fin de semana en una celda de aislamiento (el famoso “hueco”), motivo por el cual el castrismo desató una intensa campaña mediática en Twitter y otras redes sociales de Internet. Pero de pronto, Cuba Debate revela que, según Weinglass, el espía “no podía tomar su medicamento para la presión arterial, como le recetó el médico, debido al intenso calor. No podía usar la ducha porque era agua hirviendo. La ropa de cama que le dieron estaba sucia, y tuvo que lavarla en el lavabo”.
Es decir, Hernández disponía en el “hueco”, por donde supuestamente pasó, de ropa de cama, medicamentos, lavabo y hasta ducha con agua caliente. ¡Ducha en un hueco! Y todavía hay quien se toma en serio los shows mediáticos de estos payasos, carentes del más elemental sentido del ridículo.