
La historia del pensamiento creativo es la historia de los que violentan los límites de lo lógico, de lo permisible, para ir a lo que no sabemos por donde no sabemos. Pero lo cierto es que hay mucho bruto suelto y lenguaraz. Hay mucho sofista que ni siquiera sabe mencionar su nombre. Hay mucho manifiesto surrealista que no sabe ni tiene el arte de querer saber. Por eso hay mucho blog censurador que queda tan campante. Y lo que no sabe es que, al censurar, niega negando.
Tranquilazo de la Vega aquí