Sería muy adecuado que alguien utilizara la oportunidad periodística que brinda la invitación de Alicia Alonso a Barack Obama, y publicara un par de datos esclarecedores y que están al alcance de quien los quiera indagar. Por ejemplo, qué porcentaje de la recaudación de taquilla de las giras internacionales del Ballet Nacional de Cuba va a parar a las cuentas personales de Mme Alonso, y lo comparara con lo que le paga a sus bailarines.
Se podría indagar sobre los beneficios contractuales de Mme Alonso y contrastarlos con los de los integrantes de la compañía, que son quienes posibilitan los ingresos cuantiosos de Mme Alonso. Sería un buen ejercicio de pesquisa periodística, y no demasiado difícil de acometer, determinar cuánto percibe Mme Alonso por sólo acudir a las presentaciones en el extranjero, cuánto por salir al escenario a ser aplaudida, y todo ello en comparación con lo que le paga a sus asalariados, los bailarines.
Cabría preguntarse por qué la compañía sólo presenta en sus giras internacionales coreografías de Mme Alonso, y nunca de alguien más. ¿Es obvio que los derechos de autor son una gran motivación personal de Mme Alonso?
Mme Alonso es una leyenda de la danza, nadie lo niega, y tiene todo el derecho a ser una dama acaudalada, ¿pero a costa del sueldo mísero que paga a sus asalariados? Bien que ella ingrese el 10% de la taquilla en sus cuentas personales, y es justo que la tiburona se bañe, pero igualmente es justo que salpique al talento sobre cuyas piernas se sostiene el peso ($) de la compañía.
Sigfrido Hilarión aquí
Se podría indagar sobre los beneficios contractuales de Mme Alonso y contrastarlos con los de los integrantes de la compañía, que son quienes posibilitan los ingresos cuantiosos de Mme Alonso. Sería un buen ejercicio de pesquisa periodística, y no demasiado difícil de acometer, determinar cuánto percibe Mme Alonso por sólo acudir a las presentaciones en el extranjero, cuánto por salir al escenario a ser aplaudida, y todo ello en comparación con lo que le paga a sus asalariados, los bailarines.
Cabría preguntarse por qué la compañía sólo presenta en sus giras internacionales coreografías de Mme Alonso, y nunca de alguien más. ¿Es obvio que los derechos de autor son una gran motivación personal de Mme Alonso?
Mme Alonso es una leyenda de la danza, nadie lo niega, y tiene todo el derecho a ser una dama acaudalada, ¿pero a costa del sueldo mísero que paga a sus asalariados? Bien que ella ingrese el 10% de la taquilla en sus cuentas personales, y es justo que la tiburona se bañe, pero igualmente es justo que salpique al talento sobre cuyas piernas se sostiene el peso ($) de la compañía.
Sigfrido Hilarión aquí