google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: El supositorio nuclear

sábado, 4 de septiembre de 2010

El supositorio nuclear

por Máximo Lora Gasanal

En una última colonoscopia, el anal-ista en jefe nos asustó con “238 razones para estar preocupado”. Metiendo el dedo --como de costumbre-- en cuestiones profundas, esta vez lo introdujo 238 veces. Constituye, seguramente, un récord mundial del proctólogo más experimentado.

Está empujando con todas sus fuerzas para que el planeta le haga caso, oraculizando sobre la inminente guerra nuclear, que no acaba de empezar, a pesar de sus enormes deseos de que empiece. Sus augurios, por lo visto, no llegan ni a la altura de un pulpo.

La guerra nuclear es una manía que lo tiene afligido desde hace lustros. Los fascistas comunistas rusos no le permitieron desahogarse y ahora lo intenta con los fascistas islamistas persas y los fascistas estalinistas coreanos. Lo que busca, de hecho, es resolver sus contradicciones internas con un supositorio nuclear.

A algunos les extraña que tanta estrechez de espíritu pueda despedir tanta materia reflexional. Pero es normal: como en los monomaniacos, es una repetición obsesiva de las mismas invariables y patosas consignas y propagandas, que a la larga actúa como un laxativo. En realidad sufre de una diarrea mental. Cada vez que tiene una idea, es una mierda.

Mientras tanto, progresa su decrepitud. Antier le dijo a un visitante que no había vuelto a ver a Almeida desde que murió el año pasado. Acto seguido, volvió a su despacho, donde pasó toda la noche colonoscopiando.

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