El Ministerio del Interior de Cuba ha montado un enorme aparato de investigación que mantiene bajo la lupa a todos los oficiales de las fuerzas armadas venezolanas, a sus familias, a los políticos y a los funcionarios importantes. La manipulación electrónica de los resultados electorales se hace desde Cuba, donde existe una notable Universidad de Ciencias de la Información, edificada en el mismo sitio en el que hasta el 2001 radicaron las instalaciones de la base soviética de espionaje “Lourdes”, antigua sede de “Torrens”, una prisión de menores que conocí bien porque allí estuve preso cuando era un adolescente. Hace bastante tiempo que los dos países están unidos por fibra óptica capaz de transmitir un gran volumen de datos. Los fraudes se cometen en Cuba para evitar las indiscreciones de los venezolanos.
La insistencia en la utilización de máquinas electrónicas para votar se debe a que pueden alterar los resultados, como demuestra el libro Los secretos del referéndum revocatorio de 2004, escrito por científicos y técnicos de primer rango. Chávez sólo confía en los cubanos. Asimismo, los estrategas de la policía cubana elaboran los planes políticos y construyen los guiones represivos para mantener con vida a su principal y casi única fuente de ingresos. Esto se vio claramente tras la detención del ingeniero Alejandro Peña Esclusa. La inteligencia cubana quería eliminarlo del panorama político porque estaba siendo muy eficaz en el terreno internacional. Sin ningún recato, sólo con el testimonio de un curioso personaje que, aparentemente, está preso en Cuba, inventó una historia increíble de terrorismo para encarcelarlo. Casi todos los presos políticos que hay en Venezuela son el resultado de investigaciones, cálculos y recomendaciones cubanas. Esto incluye el caso del general Baduel.
Carlos Alberto Montaner
La insistencia en la utilización de máquinas electrónicas para votar se debe a que pueden alterar los resultados, como demuestra el libro Los secretos del referéndum revocatorio de 2004, escrito por científicos y técnicos de primer rango. Chávez sólo confía en los cubanos. Asimismo, los estrategas de la policía cubana elaboran los planes políticos y construyen los guiones represivos para mantener con vida a su principal y casi única fuente de ingresos. Esto se vio claramente tras la detención del ingeniero Alejandro Peña Esclusa. La inteligencia cubana quería eliminarlo del panorama político porque estaba siendo muy eficaz en el terreno internacional. Sin ningún recato, sólo con el testimonio de un curioso personaje que, aparentemente, está preso en Cuba, inventó una historia increíble de terrorismo para encarcelarlo. Casi todos los presos políticos que hay en Venezuela son el resultado de investigaciones, cálculos y recomendaciones cubanas. Esto incluye el caso del general Baduel.
Carlos Alberto Montaner