El volumen, las formas. La sinuosidad de los cuerpos. La curva, los labios fusiformes, las caderas orondas y abundosas. La reina cimbreando en una danza ancestral de la fertilidad en un blog en el que tu libertad i
mporta más que tu forma.
A propósito de la Feria Internacional del Libro de Port La Maya, Crónicas de Nuevo Songo presenta Errática. Cuando la Erótica Perdió el Rumbo. Y lo encontró en La Otra Curva de las Palabras. Viernes 19 de noviembre, 7:30 p.m., en coincidencia con la presentación de Erótica, en 300, Alhambra Circle, en Coral Gables, Miami.
Una presentación en la que por qué no hablar de sus líneas discoidales, bien calculadas; o de su delicadeza, al elevarse sobre su anatomía globosa, apoyada apenas por el extremo de sus dedos, y mantener la estabilidad por varios segundos, en los cuales el júbilo y la locura de los espectadores se traducen en gritos, aplausos, llanto.
Sus giros en movimiento advierten que la aceleración es más que aumentar de velocidad: Es la impresión en el tiempo de esas posiciones que, en ascenso, repercuten tanto en ti que ya no sabes si la esencia es tu ser, tu pensar o tu soñar. Soñar un sueño donde sueña una princesa que vendrán a despertarla de su sueño de cien años.
mporta más que tu forma.A propósito de la Feria Internacional del Libro de Port La Maya, Crónicas de Nuevo Songo presenta Errática. Cuando la Erótica Perdió el Rumbo. Y lo encontró en La Otra Curva de las Palabras. Viernes 19 de noviembre, 7:30 p.m., en coincidencia con la presentación de Erótica, en 300, Alhambra Circle, en Coral Gables, Miami.
Una presentación en la que por qué no hablar de sus líneas discoidales, bien calculadas; o de su delicadeza, al elevarse sobre su anatomía globosa, apoyada apenas por el extremo de sus dedos, y mantener la estabilidad por varios segundos, en los cuales el júbilo y la locura de los espectadores se traducen en gritos, aplausos, llanto.
Sus giros en movimiento advierten que la aceleración es más que aumentar de velocidad: Es la impresión en el tiempo de esas posiciones que, en ascenso, repercuten tanto en ti que ya no sabes si la esencia es tu ser, tu pensar o tu soñar. Soñar un sueño donde sueña una princesa que vendrán a despertarla de su sueño de cien años.
