google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Espectros de la cubanidad

sábado, 27 de noviembre de 2010

Espectros de la cubanidad

por Angel Velázquez Callejas

José Martí nunca usó los términos cubanidad y cubanía para referirse per se al proceso de la formación nacional cubana. No los usaba por falta de conocimiento etnológico, antropológico, sociológico y cultural, sino porque los hechos que pudieron resultar de tal significación lingüística no se adecuaban a su modo de ver la Historia, al punto de vista de concebir el proceso fundacional cubano como un metarrelato.

Martí no absorbe el proceso formativo del ser cubano por mediación de términos que emanaban de conclusiones socio-históricas, como resultó dentro de la intelectualidad y la ciencia social cubana republicana y socialista. Martí refiere un concepto sobre lo cubano en términos de existencia, de vida o muerte, de emancipación existencial, bajo el prisma espiritual. En su obra hay una tajante diferenciación entre lo que es hecho histórico y hecho espiritual, y esta connotación, pudiera decirse epistémica en el sentido de no elección, no alcanzada por la ciencia social en Cuba, se tradujo en un malentendido. Desde luego, el hecho fue asumido como un presunto espiritualismo martiano.

Cubanidad es un término de origen positivista, electivo, y marca un sentido sincrético cultural de la formación nacional. Un término que pertenece a la elección del hecho cultural por naturaleza propia cubana, aunque subyace en ello la impronta espiritualista de la doctrina espirita kardeciana. Cubanía, que quizás tampoco sea el término apropiado, sin embargo, posee mejores adecuaciones a dicho proceso formativo nacional. Según historiadores cubanos dentro y fuera de la isla estos conceptos marcan pautas filosóficas de experiencias constructivas en el orden político, cuya fuente de recepción es lo temporal en consonancia con el concepto existencialista de Ser. En este sentido, la configuración del Ser cubano dentro del marco de la cubanidad forma una primera etapa de la cubanía, del pensamiento y la autonomía criolla cubana respecto a la dominación de España sobre la isla. Pero también este concepto de cubanía se halla en la base misma del hecho histórico, de la tendencia política independentista, que por tanto supone una causalidad y posee una coherencia cultural de larga duración.

Martí hablaba, sin embargo, sin perder esta tendencia política en términos de pueblo: “el pueblo de Cuba”. A saber: estas son las tres denominaciones lingüísticas más importantes usadas por la intelectualidad cubana para referirse al proceso de la formación cubana: Pueblo, cubanidad y cubanía.

En el orden semántico de la palabra, en la superficie de la estructura gramatical, no hallamos diferencia alguna entre ninguna de ellas; cubanidad, cubanía, pueblo, los tres términos sintonizan una idea afín, la de representar el proceso de la formación de la nacionalidad primero y de la nación después en términos políticos. Pero cuando penetramos en el sentido de cada palabra por separado, comienzan los problemas de adecuación al proceso que intentamos dilucidar.

Cubanidad, un poco más que Cubanía, depende de la existencia de algo irreal, de la espuria de la mentalidad colectiva. La contribución martiana a este hecho es sugestiva: ser algo, la limitación que produce un concepto ante el universo cultural, no es existencial; aparenta ser sustancial, pero es irreal. Y ante los ojos de una mente órfica como la de Emerson, ese concepto ni existiría. En otras palabras, cubanidad y cubanía integran un concepto que produce la falsa ilusión de que el ser cubano tiene existencia real, conclusiva y cognoscitiva en el tiempo; vive la ilusión mediante el enunciado conceptual, se define un proceso de formación, madurez y estabilización de lo cubano.

Por su parte, Pueblo, que también incurre en los términos de la mentalidad colectiva y devalúa la posibilidad del individuo, tiene mejor espacio ontológico, ya que no define un proceso, sino lo anuncia. En ese anuncio, intentando ser, aún se encuentra el pueblo de Cuba.

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