Cualquiera se equivoca, pero qué se puede decir de este Real Madrid turbio, inconsistente, nervioso, irreconocible si miramos atrás, a los doce partidos anteriores de Liga, más los de la Champions, más los amistosos. Sobre todo a los últimos diez partidos. Se puede decir que hoy no jugó el Madrid sino su primo, parafraseando la frase de aliento de Mourinho a Benzema a principios de temporada.
O que al fútbol, como a tantas cosas en esta vida, también puede atacarlo la esquizofrenia.
Soberana paliza del Barcelona, 5-0. ¿Qué pasó? ¿Las pedradas contra el autocar blanco desataron el terror madridista? ¿Temían un linchamiento en pleno Camp Nou? Pues los lincharon de todas maneras. Aplastados como un merengue en la puerta de un colegio.
Nunca mejor dicho.
O que al fútbol, como a tantas cosas en esta vida, también puede atacarlo la esquizofrenia.
Soberana paliza del Barcelona, 5-0. ¿Qué pasó? ¿Las pedradas contra el autocar blanco desataron el terror madridista? ¿Temían un linchamiento en pleno Camp Nou? Pues los lincharon de todas maneras. Aplastados como un merengue en la puerta de un colegio.
Nunca mejor dicho.