
Estas tres “Cubas” tienen sus peculiaridades distintivas, sin embargo. La Ilesa maneja una perspectiva más reflexiva, la Ilusa más lúdica y la Inmersa más punzante o mordaz. Por si fuera poco, ha surgido un cuarto blog “en disputa”, Cistalgia, que se anuncia como “la quinta generación del fenómeno C.I.” y se propone “crear su propio universo y congregar a los nostálgicos de lo que fuera Cuba Inglesa, a todos aquellos que opinaron, insultaron, hicieron catarsis, acusaron, participaron, descargaron y se divirtieron en el blog de los Añel”.
A todas estas páginas nuestro agradecimiento, si cabe, y una nota al margen que quizás pueda resultarles útil: Desarrollar estos proyectos sin recurrir al anonimato le daría, a quien se decidiera a hacerlo, un toque de autenticidad que seguramente inclinaría la balanza del tráfico a su favor. No estoy criticando la condición de anónimo de nadie, por supuesto, comprendo que es una alternativa más, a ratos necesaria. Pero creo que una de las razones del moderado éxito de Cuba Inglesa consistió, precisamente, en que sus editores, a pesar del carácter de algún modo iconoclasta del blog, del toque audaz de algunas de sus propuestas, teníamos nombre y apellidos.