google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: El secreto de la supervivencia de Estados Unidos

viernes, 5 de febrero de 2021

El secreto de la supervivencia de Estados Unidos


El secreto de la supervivencia de Estados Unidos en tanto sistema no radica en su democracia, o no solo, o no principalmente. Ya lo descubrimos en las primarias de 2016: en determinados contextos excepcionales las mayorías se equivocan autodestructivamente, y así eligieron con pinzas, oh sorpresa, a los dos candidatos más impresentables del país, Hillary Clinton y Donald Trump. Y el secreto tampoco estaría en la libre posesión de armas porque, aunque estas ayudan a persuadir al gobierno de ejercer la fuerza contra la población, si el ejército federal decide entrar en tromba no habría mucho que hacer. 

El secreto, creo yo, radica en la credibilidad de unas instituciones que durante más de dos siglos han garantizado la estabilidad democrática -desacreditar las instituciones estadounidenses significa dinamitar las bases de nuestra libertad-, y en la cantidad abrumadora de propietarios y activistas que existe, gente con poder para no dejarse arrebatar lo que tiene o defiende, e influyente a todos los niveles. 

Nunca un país tuvo unas instituciones más funcionales (y, recuérdese, si acabamos con la representatividad de dichas instituciones -objetivo ruso y trumpista- acabamos con la división de poderes). Y nunca tuvo tantos propietarios y activistas, mucho menos tan heterogéneamente distribuidos. De ahí que colegas de partido de un presidente puedan frenar los tejemanejes de éste sin temor a ir a la cárcel, como sucedió en Georgia o Michigan tras las últimas elecciones. O de ahí que Facebook y Twiter, sin miedo a ser nacionalizados o intervenidos, tengan la capacidad de suspender la cuenta de Trump cuando éste, con decenas de millones de seguidores, difama, incita a la violencia y el Golpe de Estado, enfanga la credibilidad estadounidense y alimenta el discurso antiamericano de los populistas y nacionalsocialistas de este mundo, llámense Nicolás Maduro, López Obrador, Díaz Canel o Vladimir Putin.

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