Este martes, en la Cámara de Comercio Hispana de Nueva York, el presidente Barack Obama manejó una serie de ideas que seguramente no serán demasiado populares entre los sindicatos, un sector que lo apoyó decididamente en su carrera hacia la Casa Blanca.
“Es el momento de empezar a premiar a los buenos profesores y dejar de dar excusas por los malos”, indicó. “Rechazo un sistema que premia el fracaso y protege a una persona de sus consecuencias”.
El presidente quiere tratar a los profesores “como los profesionales que son y hacerles más responsables”, es decir, estimular la competencia en el ámbito educacional.
En su comparecencia, el inquilino de la Casa Blanca también defendió los colegios semiprivados especializados, financiados con dinero del contribuyente. Según el presidente, éstos favorecen la innovación.
Asimismo, se quejó de que el actual calendario escolar pertenece a una sociedad agraria. “Nuestros niños pasan en clase casi un mes menos que los de Corea del Sur”, enfatizó.