por José Gabriel Ramón CastilloMéxico ha criticado duramente a los gobiernos que suspendieron los vuelos a causa de la gripe porcina que asola al país. Sus señalamientos son muy justos teniendo en cuenta la crítica situación actual, en un mundo globalizado e interdependiente.
Cuba, en total desprecio a las normas éticas en política internacional, ha hecho con México lo que México no ha hecho nunca con Cuba. Recuérdese que México fue el único país latinoamericano que mantuvo relaciones con Cuba cuando la expulsaron de la OEA y supo ponerse a la altura de las circunstancias cuando la fiebre porcina de los 70, el dengue de los 80 y de principios de esta década, que pusieron al país al borde de ser declarado lugar de desastre por Naciones Unidas.
México no necesita la cuarenta para neutralizar este mal, y Cuba lo sabe perfectamente. Pero como siempre el régimen castrista, específicamente Fidel, que está detrás de todo esto dando órdenes e implementando estratagemas para salirse con la suya, aprovecha este momento crucial para pasar factura. El Comandante, sin importarle un comino la tragedia que atraviesa ese país, ha enfilado los cañones contra el Partido de Acción Nacional (PAN) por haberle criticado en el pasado.
México, o mejor dicho, el PAN, tendrán suficientemente tiempo para las reconsideraciones. Quiera Dios que no se plantee la cuestión cubana en términos revanchistas, pero quién quita que por lo sucedido también haya pase de cuentas en el futuro. De algún modo a la dictadura se le debe aplicar una cuarentena por haber sumido al pueblo cubano en la más absoluta miseria durante 50 años. Esperemos, pues, y cada cual vaya haciendo sus conjeturas al respecto.
