“Las voces que condenan el concierto de Juanes no son las de la inmensa mayoría de trabajadores emigrantes cubanos. Mucho menos las de los once millones que vivimos en Cuba. Las voces incómodas y agresivas son de la pequeña pero muy poderosa ultraderecha cubana (…) Un evento de paz le molesta a la ultraderecha porque la naturaleza de esta gente es agresiva, como el bloqueo, y porque la idea y el hecho de la paz socavan el odio que les alimenta”.
Silvio Rodríguez