“Ahora critican a los que pusieron su granito de arena y gritaron Cuba Libre y por la unión de la familia cubana en el concierto del domingo, en una plaza donde nunca se había visto que alguien hablara del exilio cubano y de la voluntad de cambio y reconciliación. Lo único que hubiera valido para estos críticos es que Juanes, Olga Tañón y Miguel Bosé se hubieran ido al Palacio de la Revolución armados hasta los dientes, a ajusticiar al tirano.
“Ninguno de estos críticos hizo nada en Cuba, no dispararon un chícharo, incluso vivieron de las prebendas del Ministerio de Cultura y del régimen en general, y ahora son más verticales que nadie. Cobardes. Si tuvieran un mínimo de decencia organizarían un comando y desembarcarían en Cuba para liberarla. O se callarían la boca para siempre. Cobardes e idiotas. Un régimen totalitario que goza con la simpatía de la progresía internacional, de los antiamericanos de todo el mundo, no se tumba gritando Abajo la Tiranía o rompiendo discos. Se tumba cantando Libertad, abriendo grietas en el muro, filtrando oxígeno hacia el otro lado.
“Cuando no se tiene valor para hacer lo que se predica, mejor quedarse callado”.
Anónimo aquí