google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: El karma inglés

martes, 27 de octubre de 2009

El karma inglés

por Ignacio T. Granados

Es viejo el chiste de que si los ingleses hubieran podido imponerse en Cuba nuestra historia sería distinta, y de chiste tiene poco, porque eso es más probable que un sermón apocalíptico. José (Pepe) Antonio, en su baluarte de Guanabacoa, puede haber sido nuestra maldición; y más allá de lo económico, como bien afirma el amargo chiste, en lo de las costumbres. Hoy por hoy la flema inglesa nos parece sosa, pero nos resulta inapreciable; esa capacidad de sobrevivir a la furia ajena con elegancia, de exponerse al humor, incluso si cruel, y sobrevivirlo.

La imaginación de una Cuba inglesa, entonces, como un karma, sería una posibilidad de purga; porque esto es lo que somos, no importa lo que pretendamos. Eso es tan grave, que hasta denostar de lo cubano es denostar de nosotros mismos; porque esa condición es inevitable a los nacidos en Cuba, aun si logran la naturalización extranjera, y no importa si en la misma Inglaterra.

Será contradictorio, pero lo mejor de esta Cuba Inglesa reside precisamente en el problema; esa posibilidad del anonimato, que nos permite ventilar las peores bajezas sin sonrojo. Es tan simple que hasta figura en manuales de autoayuda: más vale vivir el sentimiento que negarlo; porque si se le niega, se refugia hasta que pueda reaparecer, y probablemente hasta más vigoroso. Por eso este blog, es cierto, tiene el valor de ser más catarsis que debate; pero sin dejarse llevar por la racionalidad aparente del director de la revista Temas, porque si no se agota la catarsis no llega nunca el debate serio. Y es que el sentimiento, por noble o innoble que sea, se impone a la razón, que es más bien artificial si no queremos caer en buenismos.

No hay nada que garantice que tengamos el país o la cultura que queremos, pero esta es la posibilidad que tenemos de superar lo que no queremos. Y eso es lo que ha hecho grande a este blog, donde todo el mundo ha cogido puñetazos, difamaciones y elogios, todo por igual, y también los ha propinado.

Meloni: ¿Oportunista o fanática?

  Carlos Alberto Montaner En los años 1959, 60 y 61 se referían en Cuba a los “melones políticos” como alguien que era verde por fuera y roj...