“El exilio ya no es lo que era. La mayoría de las voces más conservadoras (más castristas en su esencia) no tiene el eco del que disfrutaba antes. Uno de los posibles escenarios para el final de la dictadura incluye una despolitización de la cuestión cubana, algo que evidentemente ya está sucediendo. Claro, esto pudiera conducir a que Cuba se convirtiera en una nueva China, con los intereses económicos primando sobre los políticos y sobre los derechos humanos.
“Pero yo soy de los que pienso que en Cuba hay que empezar por la economía. Por eso no creo en el embargo ya (les confieso que antes sí). Hay que crear primero una clase media en Cuba. Después vendrá lo demás. Hay demasiada pobreza para construir una verdadera sociedad democrática”.
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