El pandillerismo en la blogosfera cubana lo empezó gente con “nombre”, pero los anónimos que salieron en su contra también eran pandilleros y descalificadores. Fue la segunda generación de anónimos la que equilibró la cosa, arrinconando a los primeros anónimos. Ahora falta ver qué hace la última oleada, la de Anónimos 3G.
El Anónimo 3G es el Android, por supuesto, un bloguero de tercera generación que recupera su identidad pero poco a poco, con seudónimo en vez de anónimo, mitad ficción y mitad persona real.
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