Ha fallecido Gloria Amaya, una de las Damas de Blanco más antiguas y madre de los hermanos Sigler Amaya, y qué duda cabe que el sufrimiento, la impotencia de ver a sus hijos injustamente encarcelados durante años, habrán jugado un papel fundamental en esa muerte. Muchas madres cubanas se van consumiendo a retazos en la tristeza, y la angustia, de ver cómo se mueren lentamente también, impunemente además, sus hijos.
La deuda del castrismo con la familia cubana es impagable.