lunes, 4 de enero de 2010
La superstición revolucionaria
“No pongo en duda la existencia de la Revolución Cubana. Solamente afirmo que ésta es una falsa creencia, una superstición mayormente superada por la población de la isla. En Cuba quedan hoy tantos revolucionarios como espectadores crédulos de la Mesa Redonda de la televisión nacional. Esto no implica, sin embargo, que estemos libres de su influjo.
“Cincuenta años de castrismo han tenido su efecto en la población de la isla y también en el exilio. Muy pocos cubanos perciben el carácter crediticio de la Revolución. Para la gran mayoría, nacionales y extranjeros, la Revolución es un hecho, o una serie de hechos, un período histórico, Fidel Castro y sus hombres. Tomando ventaja de esta percepción extendida, el castrismo califica a sus opositores como contrarrevolucionarios, deslizando por reflejo la interpretación de sí mismo como Revolución y aprovechando las connotaciones asociadas con ésta. La perspectiva de ser un opositor del pueblo, de las aspiraciones nacionales y de la justicia social tiene un efecto paralizador, inclusive entre aquellos que perciben claramente la mendacidad del gobierno y abiertamente se le oponen. La Revolución es el velo protector del castrismo –su resguardo, se diría– y el maleficio o bilongo sobre sus opositores. No hay ningún remedio mágico para romper el hechizo. Excepto, quizás, despertar”.
Jorge Salcedo en su blog
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