por Raquel Yáñez
Lo mismo me da Miguel Bosé que Willy Toledo. Lo que ya no me da lo mismo es la vergüenza ajena, el coraje, la frustración y la impotencia, cuando menos, en mí manifiestas al leer declaraciones como: “Orlando Zapata era un delincuente común, ni siquiera era un disidente político” (Willy Toledo). O, al preguntársele por Cuba: “También hay represión en Valencia” (Miguel Bosé).
Es decir, se posiciona al mismo nivel la censura de las fotos sobre el “Caso Gürtel”, de una exposición en un museo de Valencia, con la privación de derechos humanos y libertades fundamentales en Cuba, y claro está, con el fin de limpiar la imagen, posteriormente, vienen las retractaciones, las disculpas, los supuestos malos entendidos, etcétera. Pero, mientras tanto, ahí queda eso, la imagen corrupta, manipuladora, que legitima a la dictadura castrista por parte del gobierno de Zapatero, o sea, el gobierno del pueblo español. La imagen equivocadamente “progre” y “liberal”.
Equivocadamente, porque no es aquello lo que ambos conceptos simbolizan teóricamente. Pero éstos se empeñan en hacer uso de tales vocablos con sus juicios completamente erróneos y, lo que es peor --mucho peor y duele como españoles que somos, como luchadores involucrados completamente en la libertad total de Cuba, que apostamos, que creemos en nuestro pueblo hermano, que nos dejamos la piel en ello porque es nuestra obligación como seres humanos, la libertad de los pueblos, la libertad de los cubanos—, esa imagen se perpetúa, esa imagen de mi pueblo es una sucia e indeseada mancha a la dignidad humana, a la dignidad de España, a la dignidad de sentirse y ser español.
Únicamente me resta decir, decirles a estos supuestamente progres artistas españoles, que hablar y opinar desde el disfrute de la democracia y la libertad, y de considerables salarios, cifrados en miles de euros, aun a riesgo de herir el alma de un pueblo esclavizado, torturado, robado, manipulado, asesinado y escaso de alimentos, de libertad de opinión, expresión y pensamiento, como el cubano, es tan sencillo que se me ocurre enviarles allá por un tiempo. Y por dos razonables motivos: uno, que la experiencia les sirva para aprender de sus propios errores; y dos, para quitarlos de la vista de los que honramos al pueblo cubano por lo sufrido y vivido durante todos estos años, y seguimos luchando por su libertad total.
Raquel Yáñez coordina en Europa la campaña Concierto Libertad Total Cuba