por Delio Regueral
Tania Bruguera y Ángel Santiesteban, residentes en Cuba, firman la carta OTZ, Yo acuso al gobierno cubano, según reporta el sitio oficial de dicha carta. No pasaron 48 horas desde que Ena Lucía Portela, desde la Isla, desplegara un solo de infantería contra el ejército del chantaje y el terror, y ya aparecen seguidores. Sin duda este trío dentro de poco será conjunto, y más tarde orquesta, que esta vez no buscará representante gallego para salir del país a respirar libertad, porque aspira a la libertad para el país.
Si han sido los oprimidos que no tienen nada que perder la chispa detonante en todos los procesos de cambio ganados a pulso por los opresores (y no se use la siguiente afirmación para buscarle la quinta pata al gato), más valor tiene el que se planta teniendo algo o mucho que perder. No es la ausencia de miedo del oprimido el combustible explosivo generador de valor, es el exceso de represión causado por el terror que hoy invade a los opresores. Las puertas de salida ya no funcionan, el sistema dejó que se oxidaran con sangre todas las cerraduras, todas las bisagras. Donde hasta hace muy poco quedaban rendijas de escape, hoy los huesos de los muertos levantan murallas.
¿Les queda una salida? Sí, pero dudo que la aprovechen. Requiere de honor. Mañana Raúl ahoga a Fidel con una almohada, tras reunirse secretamente con una comisión internacional para negociar, a cambio de la inmunidad de sus hijos y nietos, además de la de otro selecto grupito de descendientes de barbudos, la entrega inmediata del poder, y se pone a disposición de los tribunales, a quienes intenta en vano convencer de que él vale más vivo que muerto.