Holanda volvió a ganar este sábado –ante Japón— mostrando el juego coordinado, a ratos cansino, con que obtuvo su primera victoria. Sin cargas al machete ni derramamientos de sangre (1-0). En cualquier caso, a pesar de que no enamoran, los tulipanes, junto a brasileños y argentinos, han refrendado su condición de favoritos en un torneo donde muchos de los grandes ya han mordido el polvo de la derrota o han desarrollado un estilo rácano, vulgar. Son los casos de Inglaterra, Francia, España y Alemania.
La fase de grupos entra en su recta final poco a poco, y Sudáfrica no sólo depara sorpresas, sino cierta sensación de orfandad. Cabe esperar que no estemos ante la seña de identidad del Mundial 2010, sino frente a una suerte de prólogo o calentamiento desde el que los favoritos alcanzarán, por fin, su estado de forma óptimo. La esperanza es lo último que se pierde.