
Vuelta a empezar. Segunda parte. Una película que se repetía hasta que, súbitamente, como Superman, Carles Puyol cabeceó a gol en el minuto 28. Entonces Alemania cayó en tromba sobre los españoles, desesperadamente, sin conseguir imponer el físico. Pedro falló el gol de la puntilla sobre el arco teutón, intentando hacerla de lujo. Los germanos se debatían como peces fuera del agua, pero ya no había para más. España mostró su mejor versión este miércoles, a la usanza de la campeona europea que es por mérito propio.
Habíamos pronosticado una final con presencia española, y apostado sentimentalmente por Holanda. Otra vez, que gane el mejor.