
En sus palabras de presentación, Granados explica que en el blog cualquier idea estará “expuesta a discusión abierta e impugnación, pero como principio no se admitirán comentarios en anónimo, sino que quien quiera hacerlos deberá tener al menos una dirección e-mail, para poder darle seguimiento y no estorbar el trabajo con distracciones”.
Añade Granados en su editorial que “como editor y responsable del blog, queda establecido el compromiso de pasar su administración a quien se designe por consenso en caso de impugnación; pasando la información necesaria para que el administrador designado pueda asumir el trabajo, cambiando incluso las claves de acceso”.
Como se dice, la mesa está servida.