google.com, pub-9878019692505154, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Cuba Inglesa: Pen Club Exilio

martes, 29 de diciembre de 2009

Pen Club Exilio

por José Luis Sito

La frase “que me mataron de hambre y de represión” está incorrectamente redactada (clic aquí). La frase correcta es: “Que mataron y siguen matando de hambre y de represión al pueblo cubano”.

En la primera frase, incorrecta, mentirosa, se encuentra la clave de estos famosos “exiliados”. El truco, la astucia, es la de presentarse como víctima (“me mataron de hambre”) poniéndose el apodo de “exiliado”. Siendo miembro del club selecto del exilio, del Pen Club Exilio, te puedes valorizar y vender con mayor habilidad, pasando entonces, con asombrosa facilidad, del valor de uso al valor de cambio, transformando cualquier materia en oro. El “exilio”, estos miembros del Pen Club Exilio, descubrieron la piedra filosofal.

Importa resaltar que hay muy pocos “exiliados” y millones de desterrados cubanos. Estos millones de desterrados son precisamente los que no zampan y sufren terriblemente el destierro provocado por la dictadura castrista. Las verdaderas víctimas son estos desconocidos, estos cubanos de a pie que tuvieron, por ejemplo, que huir en una balsa atravesando el océano, arriesgando sus vidas y antes soportando las vejaciones, los insultos y las violencias del régimen dentro de la Isla.

Los amigos y cómplices de Alfredo Guevara, de Miguel Barnet, de Eusebio Leal y otros miembros de la nomenklatura castrista, huyeron de la Isla (en la mayoría de los casos) cuando no pudieron encontrar el agujero para meterse y zampar a gusto. Entonces es cuando el resentimiento y el odio se apodera de ellos, y se vuelven exiliados u opositores por despecho. Como un amante abandonado consumido por el rencor.

La cuestión no es tirarles piedras a quienes colaboraron con el régimen: de una forma u otra prácticamente todos colaboramos, y la cuestión de la responsabilidad se plantea para todos. No. Pero hay que meterse en profundidad en las motivaciones de estos famosos del Pen Club Exilio si queremos avanzar en la cuestión mayor: la libertad de Cuba. En la medida que estos “exiliados” contribuyen (consciente o tontamente) a mantener en el sufrimiento a millones de desterrados, es vital tomar la palabra y denunciar si es necesario lo que merece acusación y denuncia.

Se necesitaría un “yo acuso” sobre el “exilio”, que bien pudiera servir de purgante, de vomitivo, para lavar el estómago de todos estos “exiliados” con mala digestión que todavía zampan vulgarmente, rencorosamente, ignorando a los desterrados. Cuando no insultando indiscriminadamente a base de “chivatientes, envidientes y comepinguientes”. ¿Así se comportaba el disidente checo Vaclav Havel cuando escribía La reconstrucción moral de la sociedad o El poder de los sin poder? El que posee la palabra pública tiene primero que pensar lo que dice.

El día que desaparezca el “exilio”, aparecerán los desterrados. El día que aparezca el desterrado pueblo de Cuba, manifestándose, manifestando su presencia, entonces desaparecerá la dictadura y el “exilio”. Pero, ¿quieren realmente desaparecer como “exiliados” estos zampones de la choucroute?

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