Revisando algunos viejos comentarios publicados en este blog, a propósito de la propuesta editorial que nos hiciera un amigo, nos topamos con uno que posteamos a manera de reseña, en el verano de 2009 (clic sobre los enlaces en rojo), a instancias de varios comentarios anónimos y convencidos de que la crítica enriquece los proyectos culturales de real valía --no sus sucedáneos, que por lo general reaccionan airadamente contra ella. Pero sucedáneos siempre sobran y, efectivamente, algunas personas se sintieron aludidas y respondieron con acritud.
Pero el párrafo anterior no es más que un preámbulo para dar salida a una nueva entrega de esta sección, Identifique al Personaje. Grande sería nuestra sorpresa al comenzar a atar cabos y descubrir que el autor anónimo de la reseña –seguramente también de comentarios como éste, contestados por comentarios como éste— no había asistido siquiera a la presentación, siendo un asiduo del sitio. Había escrito la reseña a la sombra, “tras la máscara de su ausencia”, que diría el bolerista.
Obsérvese el detalle: el crítico reprocha a Odaliz de León haberse erigido “productora del espectáculo” sin “tener idea del estilo de una actividad de este tipo”. ¿De ahí la pataleta?
Pero el párrafo anterior no es más que un preámbulo para dar salida a una nueva entrega de esta sección, Identifique al Personaje. Grande sería nuestra sorpresa al comenzar a atar cabos y descubrir que el autor anónimo de la reseña –seguramente también de comentarios como éste, contestados por comentarios como éste— no había asistido siquiera a la presentación, siendo un asiduo del sitio. Había escrito la reseña a la sombra, “tras la máscara de su ausencia”, que diría el bolerista.
Obsérvese el detalle: el crítico reprocha a Odaliz de León haberse erigido “productora del espectáculo” sin “tener idea del estilo de una actividad de este tipo”. ¿De ahí la pataleta?